Querido Vecino:
Me encomiendo a Dios para escribirte estas líneas con la modestia que me caracteriza, para pedirte humildemente tu voto en estas elecciones municipales. Lo hago con la frente muy en alto porque no soy corrupto, y porque me he preparado concienzudamente los últimos ocho años para desempeñar las funciones de Alcalde con eficiencia y liderazgo.
Probablemente no pueda llegar a cada uno de ustedes con un regalo, o no pueda inundar todo el distrito con costosa publicidad; pero sí me esforzaré porque mi programa de gobierno llegue a cada hogar victorlarquense.
Seguramente estás esperando en esta carta mi propuesta electoral, te garantizo que te la alcanzaré en su momento, como en su momento te presentaré mi lista de regidores.
Esta carta es para hacerte un sola promesa, MI FIRME COMPROMISO DE TRABAJAR HONRADAMENTE; sé que te costará creer, porque existe la idea de que todo el que llega a la alcaldía, “entra a robar”; es más hasta ha llegado a hacerse popular la frase “no importa que robe, pero que haga obra”. Sin embargo, quiero atreverme a cambiar esos esquemas mentales, no se tiene que robar para hacer obra; el Alcalde tiene un buen sueldo, que bien administrado le puede otorgar una vida digna y sin aprietos.
Provengo de un hogar humilde, y vivo en un hogar humilde; tengo una hermosa familia, esposa y cinco hijos, a los que quiero heredarles los más altos conceptos de la moral y la honradez, he vivido en Víctor Larco toda mi vida, y seguiré haciéndolo por el resto de mis días; no voy a cambiar de domicilio, ni de barrio, ni de distrito, seguiré comprando mis cosas en la bodega de la esquina y mis hijos seguirán recibiendo en mi casa a sus amiguitos como ahora lo hacen, se lo prometo a mi esposa y mis hijos a quienes amo.
En estos ocho años como regidor, puedo decirte con orgullo que no me he enriquecido con el cargo, he aprendido a vivir modestamente y tengo la satisfacción de haber hecho un buen papel como autoridad tanto en el distrito como en la provincia.
Amo mi distrito y tengo mucha fe en que será próspero y desarrollado pues tiene grandes potencialidades que no son explotadas, y su gente es muy emprendedora.
Quiero terminar esta carta como empecé, pidiéndote con modestia y humildad, que votes por nosotros.
Atentamente
Fernando Calderón.